Se están terminando las vacaciones, y la mejor manera de
terminarlas es ir de fiesta todos juntos. Es la última noche de las chicas,
mañana ya se vuelven a Madrid, no me puedo creer que haya pasado tan rápido.
Como es el último día, ya que mañana estaremos cansadas,
decidimos dar una vuelta por Valencia, y a lo mejor comprarnos algo para la
noche.
-Mamá, nos vamos- le digo a mi madre desde la puerta de la
cocina- por cierto, no comemos en casa.
Nos despedimos todas de mi madre y salimos, vamos hacia donde
para el bus y esperamos hasta que llega. Creo que nos vamos a pasar el día de
bus en bus, si queremos ver todas las cosas que quieren ellas, ya que un sitio
del otro está lejos.
Sin darnos cuenta ya son las 14:30 h. así que buscamos un
lugar para comer, y típico de nosotras, acabamos es un McDonald’s.
Después decidimos ir a comprarnos ropa para la noche.
-¿Qué os parece esto?- pregunto señalando un vestido de
palabra de honor y de color negro, todo con encaje .
-A mi me parece que si te ve Adam con eso se muere- dice
Sara y todas reímos. Adam vuelve hoy mismo y se supone que los chicos quedaran
con él y le dirán que vamos a salir por la noche.-Yo creo que me quedo este-
dice cogiendo un vestido de tirantes finos y de color azul marino, con la parte
de la falda con encaje.
Una vez nos hemos comprado cada una lo que queríamos cogemos
un bus para ir a casa.
Nos pasamos toda la tarde arreglándonos, a las 22:00 h.
hemos quedado con los demás en una pizzería que hay cerca.
-¿Al final Adam ha vuelto hoy?- me pregunta Blanca
-No se, me dijo que me diría algo pero no me ha dicho nada.
Una vez estamos en la pizzería, pedimos cada uno la pizza y
la bebida, la mayoría pizza de jamón y queso y una coca-cola.
Estábamos ya cenando cuando de repente los chicos comienzan
a reírse y cuando se dan cuenta de que no sabemos de lo que se ríen se lo dicen
a todas las chicas menos a mi, y están todos riéndose menos yo, que me quedo
con cara de tonta al no saber de lo que hablan, y parece que hablen de mí ya
que miran en mi dirección.
De pronto noto unas manos que me tapan los ojos, y de forma
automática sonrío, solo con sus manos y su olor sé que es él.
-Te quiero- me susurra al oído, yo me giro y le doy un beso
largo en los labios, ya hacía días que no podía hacer eso, y de forma
automática todos empiezan con el típico “ooooooh”. Luego saluda a todos y le
hacen un hueco a mi lado.
-¿Qué tal por Andalucía?- le pregunta Mario.
-Eso, que aún no nos has contado nada del viaje- digo ahora
yo.
-Pues nada, hemos ido ha ver La Alhambra y esas cosas….- y así pasamos toda
la cena, él contándonos las cosas que ha visto. Después,
damos una vuelta y vamos a un pub que nos pilla cerca. El local está lleno, se
nota que la gente quiere aprovechar lo poco que queda de verano.
Empezamos con una ronda de chupitos, seguida de otra, luego
bailamos, cuando nos cansamos volvemos a la barra a por otro chupito, hasta que
llega un punto que me siento un poco mareada y prefiero controlarme un poco,
aunque ya estoy más loca de lo normal.
Mientras bailo pienso en si decirle o no una cosa a Adam,
cuando lo hablé con mis amigas me dijeron que no hacía falta porque era un
tontería, pero yo necesitaba contárselo, entre nosotros no había ningún
secreto. Y después de pensarlo durante un buen rato decido decírselo.
-Me gustaría hablar contigo- le digo.
-¿Pasa algo?- pregunta mientras nos apartamos del resto.
-Quería hablarte de una cosa que pasó el otro día, pero que
para mí no tuvo importancia.
-Dime
-La semana pasada quedamos todos en el parque, para
despedirnos de los chicos que conocimos en la playa, y cuando fui a beber me
siguió Raúl y me dijo que le gustaba y sin más me besó- le digo de un tirón.
-¡¿QUÉ?!- grita con cara de cabreado.
-Pues eso que me besó, pero yo enseguida me aparté, te juro
que no me gustó.
-¡¡Por que no está aquí que si no te juro que lo mato!!
-Adam por favor calmate
-Que me calme?? Pero por que no me lo habías dicho antes??-
dice calmándose un poco.
-Por que no sabía si decírtelo o no, por que para mí no
significó nada, y si lo hablaba contigo prefería que fuese en persona y no por
WhatsApp. Además como quieres que me olvide de ti.
-¿Así que no te podrías olvidar de mi?- dice cogiéndome de
la cintura y acercando nuestros cuerpos, y además poniendo cara de pillo, que
rápido se le pasa el enfado.
-Nunca en la vida podría olvidarme de ti.
-¿Y eso?- me susurra al oído mientras acaricia mi oreja con
su nariz.
-Que pronto te se ha pasado el enfado, no?- digo también
susurrando.
-No me cambies de tema, va dime, ¿por que no podrías
olvidarte de mi?- insiste.
-Por que…- no me
salen las palabras- … me has hecho pasar el mejor día de mi vida, un día que
nunca podré olvidar- le digo mirándole a los ojos y sonriendo.
-Y que fue lo que más te gustó de ese día?- dice sonriendo
con mirada seductora.
-Tú ya sabes el que- digo timidamente.
-¿Te gustaría repetir?- dice arqueando las cejas y
acercándose aún más a mí.
-Aha- digo y empiezo a besarle.
-¿Qué tal si no vamos?
-¿Dónde?
-Donde tú quieras.
Nos despedimos de todos con la escusa de que me encontraba
mal y Adam me llevaba a casa, pero en realidad nos vamos a la casa de sus
abuelos, donde fuimos la otra vez.
Desde que subimos al coche hasta que llegamos a la casa,
permanecemos los dos en silencio. Una vez para el coche nos quedamos mirando al
frente, a la casa.
-Nos vamos a quedar toda la noche en el coche o vamos a
entrar?- pregunto rompiendo el silencio, sin mirarle.
-Me pensaba que te lo habías pensado mejor y no querías
entrar- dice mirándome.
-Y por que iba a cambiar de opinión si lo único que quiero
es estar contigo- digo ahora mirándole.
Después de terminar la frase Adam sonríe y me da un beso
corto en los labios, luego baja del coche y me abre la puerta, me coge en
brazos, entramos en la casa, y como la otra vez me sube a la habitación. Con cuidado
me deja en la cama mientras él se va quitando la camiseta que lleva y yo decido
hacer lo mismo y me quito la mía, todo esto sin dejar de mirarnos a los ojos. Una
vez estamos los dos sin camiseta, él se acerca a mí y vuelve a besarme, poco a poco
me acuesta en la cama.
-No sabes las ganas que tenía de volver ha hacer esto- dice
Adam susurrando entre mis labios y sin parar de besarme.
-Pues anda que yo- digo y empiezo a reir.
Él sonríe y yo con ese descuido me giro para quedar yo encima
de él, me quedo mirándolo y solo pienso en una cosa, en que lo quiero, y quiero
estar toda mi vida a su lado.
-Te quiero mucho.
-¿Cuánto es mucho?
-Infinitamente infinito.
Nos volvemos a besar y así poco a poco lo que nos queda de ropa
desaparece de nuestros cuerpos y termina en el suelo de la habitación.
Antes había dicho que el otro día era el mejor de mi vida, pero
me equibocaba todos los días, minutos, segundos que paso con él son los mejores,
y no cambiaria eso por nada del mundo.
-No quiero separarme nunca de tí.
-Como tu has dicho antes, te quiero infinitamente infinito, pero
aún quiero más estar contigo para toda la vida.
-¿Infinitamente infinito?
-Infinitamente infinito.
Le doy un beso, y así entre besos nos quedamos dormidos.
FIN
Precioso que pena que se halla acabado me encantaba, bessitos, pasate por mi blog y si te gusta suigueme.Siempre me gustara esta historia.
ResponderEliminarhttp://palabrasescenasyacciones.blogspot.com.es/
PD. pasate por este enlace y por mis otros blogs.