2.Capitulo 16 Verano - Final



Se están terminando las vacaciones, y la mejor manera de terminarlas es ir de fiesta todos juntos. Es la última noche de las chicas, mañana ya se vuelven a Madrid, no me puedo creer que haya pasado tan rápido.
Como es el último día, ya que mañana estaremos cansadas, decidimos dar una vuelta por Valencia, y a lo mejor comprarnos algo para la noche.
-Mamá, nos vamos- le digo a mi madre desde la puerta de la cocina- por cierto, no comemos en casa.
Nos despedimos todas de mi madre y salimos, vamos hacia donde para el bus y esperamos hasta que llega. Creo que nos vamos a pasar el día de bus en bus, si queremos ver todas las cosas que quieren ellas, ya que un sitio del otro está lejos.
Sin darnos cuenta ya son las 14:30 h. así que buscamos un lugar para comer, y típico de nosotras, acabamos es un McDonald’s.
Después decidimos ir a comprarnos ropa para la noche.
-¿Qué os parece esto?- pregunto señalando un vestido de palabra de honor y de color negro, todo con encaje .
-A mi me parece que si te ve Adam con eso se muere- dice Sara y todas reímos. Adam vuelve hoy mismo y se supone que los chicos quedaran con él y le dirán que vamos a salir por la noche.-Yo creo que me quedo este- dice cogiendo un vestido de tirantes finos y de color azul marino, con la parte de la falda con encaje.
Una vez nos hemos comprado cada una lo que queríamos cogemos un bus para ir a casa.
Nos pasamos toda la tarde arreglándonos, a las 22:00 h. hemos quedado con los demás en una pizzería que hay cerca.
-¿Al final Adam ha vuelto hoy?- me pregunta Blanca
-No se, me dijo que me diría algo pero no me ha dicho nada.
Una vez estamos en la pizzería, pedimos cada uno la pizza y la bebida, la mayoría pizza de jamón y queso y una coca-cola.
Estábamos ya cenando cuando de repente los chicos comienzan a reírse y cuando se dan cuenta de que no sabemos de lo que se ríen se lo dicen a todas las chicas menos a mi, y están todos riéndose menos yo, que me quedo con cara de tonta al no saber de lo que hablan, y parece que hablen de mí ya que miran en mi dirección.
De pronto noto unas manos que me tapan los ojos, y de forma automática sonrío, solo con sus manos y su olor sé que es él.
-Te quiero- me susurra al oído, yo me giro y le doy un beso largo en los labios, ya hacía días que no podía hacer eso, y de forma automática todos empiezan con el típico “ooooooh”. Luego saluda a todos y le hacen un hueco a mi lado.
-¿Qué tal por Andalucía?- le pregunta Mario.
-Eso, que aún no nos has contado nada del viaje- digo ahora yo.
-Pues nada, hemos ido ha ver La  Alhambra y esas cosas….- y así pasamos toda la cena, él contándonos las cosas que ha visto. Después, damos una vuelta y vamos a un pub que nos pilla cerca. El local está lleno, se nota que la gente quiere aprovechar lo poco que queda de verano.
Empezamos con una ronda de chupitos, seguida de otra, luego bailamos, cuando nos cansamos volvemos a la barra a por otro chupito, hasta que llega un punto que me siento un poco mareada y prefiero controlarme un poco, aunque ya estoy más loca de lo normal.
Mientras bailo pienso en si decirle o no una cosa a Adam, cuando lo hablé con mis amigas me dijeron que no hacía falta porque era un tontería, pero yo necesitaba contárselo, entre nosotros no había ningún secreto. Y después de pensarlo durante un buen rato decido decírselo.
-Me gustaría hablar contigo- le digo.
-¿Pasa algo?- pregunta mientras nos apartamos del resto.
-Quería hablarte de una cosa que pasó el otro día, pero que para mí no tuvo importancia.
-Dime
-La semana pasada quedamos todos en el parque, para despedirnos de los chicos que conocimos en la playa, y cuando fui a beber me siguió Raúl y me dijo que le gustaba y sin más me besó- le digo de un tirón.
-¡¿QUÉ?!- grita con cara de cabreado.
-Pues eso que me besó, pero yo enseguida me aparté, te juro que no me gustó.
-¡¡Por que no está aquí que si no te juro que lo mato!!
-Adam por favor calmate
-Que me calme?? Pero por que no me lo habías dicho antes??- dice calmándose un poco.
-Por que no sabía si decírtelo o no, por que para mí no significó nada, y si lo hablaba contigo prefería que fuese en persona y no por WhatsApp. Además como quieres que me olvide de ti.
-¿Así que no te podrías olvidar de mi?- dice cogiéndome de la cintura y acercando nuestros cuerpos, y además poniendo cara de pillo, que rápido se le pasa el enfado.
-Nunca en la vida podría olvidarme de ti.
-¿Y eso?- me susurra al oído mientras acaricia mi oreja con su nariz.
-Que pronto te se ha pasado el enfado, no?- digo también susurrando.
-No me cambies de tema, va dime, ¿por que no podrías olvidarte de mi?- insiste.
-Por que…-  no me salen las palabras- … me has hecho pasar el mejor día de mi vida, un día que nunca podré olvidar- le digo mirándole a los ojos y sonriendo.
-Y que fue lo que más te gustó de ese día?- dice sonriendo con mirada seductora.
-Tú ya sabes el que- digo timidamente.
-¿Te gustaría repetir?- dice arqueando las cejas y acercándose aún más a mí.
-Aha- digo y empiezo a besarle.
-¿Qué tal si no vamos?
-¿Dónde?
-Donde tú quieras.
Nos despedimos de todos con la escusa de que me encontraba mal y Adam me llevaba a casa, pero en realidad nos vamos a la casa de sus abuelos, donde fuimos la otra vez.
Desde que subimos al coche hasta que llegamos a la casa, permanecemos los dos en silencio. Una vez para el coche nos quedamos mirando al frente, a la casa.
-Nos vamos a quedar toda la noche en el coche o vamos a entrar?- pregunto rompiendo el silencio, sin mirarle.
-Me pensaba que te lo habías pensado mejor y no querías entrar- dice mirándome.
-Y por que iba a cambiar de opinión si lo único que quiero es estar contigo- digo ahora mirándole.
Después de terminar la frase Adam sonríe y me da un beso corto en los labios, luego baja del coche y me abre la puerta, me coge en brazos, entramos en la casa, y como la otra vez me sube a la habitación. Con cuidado me deja en la cama mientras él se va quitando la camiseta que lleva y yo decido hacer lo mismo y me quito la mía, todo esto sin dejar de mirarnos a los ojos. Una vez estamos los dos sin camiseta, él se acerca a mí y vuelve a besarme, poco a poco me acuesta en la cama.
-No sabes las ganas que tenía de volver ha hacer esto- dice Adam susurrando entre mis labios y sin parar de besarme.
-Pues anda que yo- digo y empiezo a reir.
Él sonríe y yo con ese descuido me giro para quedar yo encima de él, me quedo mirándolo y solo pienso en una cosa, en que lo quiero, y quiero estar toda mi vida a su lado.
-Te quiero mucho.
-¿Cuánto es mucho?
-Infinitamente infinito.
Nos volvemos a besar y así poco a poco lo que nos queda de ropa desaparece de nuestros cuerpos y termina en el suelo de la habitación.

Antes había dicho que el otro día era el mejor de mi vida, pero me equibocaba todos los días, minutos, segundos que paso con él son los mejores, y no cambiaria eso por nada del mundo.
-No quiero separarme nunca de tí.
-Como tu has dicho antes, te quiero infinitamente infinito, pero aún quiero más estar contigo para toda la vida.
-¿Infinitamente infinito?
-Infinitamente infinito.
Le doy un beso, y así entre besos nos quedamos dormidos.


FIN


1 comentario:

  1. Precioso que pena que se halla acabado me encantaba, bessitos, pasate por mi blog y si te gusta suigueme.Siempre me gustara esta historia.
    http://palabrasescenasyacciones.blogspot.com.es/
    PD. pasate por este enlace y por mis otros blogs.

    ResponderEliminar